viernes, 1 de abril de 2011

San Francisco Javier

Francisco (Francés) de Jaso Azpilcueta Atondo y Aznáres de Javier, nació el 7 de abril de 1506 en el Castillo de los Jaso (Javier, Navarra), fue un religioso y misionero navarro miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Se destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobrenombre de Apóstol de las Indias.
Fue el primer misionero en predicar en los 5 continentes.
Francisco Javier era políglota, su lengua materna era el euskera, pero hablaba castellano y dominaba el latín. Escribió buena parte de sus cartas en castellano y portugués. Algunas misivas incluyen una inscripción en italiano y otras contienen frases en latín. Se sabe que escribió algunos textos en tamil, malayo y japonés, pero no se han conservado.
En su predicación, Javier se sirvió cuando pudo de intérpretes locales, aunque aprendió a manejarse con desigual soltura en varios idiomas asiáticos (konkaki, malayalam, tamil, indonesio, chino, japonés...). En Japón tuvo que cambiar la palabra que había utilizado inicialmente para referirse a Dios (Dainichi), porque no se ajustaba al concepto cristiano de un Dios personal.

Fue beatificado en 1619 y canonizado por el Papa Gregorio XV en 1622 junto a San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Felipe Neri con el nombre de San Francisco Javier. Sólo 70 años después de su muerte.
En 1622, la Diputación del Reyno nombró a San Francisco Javier patrono de Navarra y así lo ratificaron las Cortes en 1624, título compartido con San Fermín y con Santa María La Real.
Fallece el 3 de diciembre de 1552 en la isla de Sanchón (China), cuando se proponía predicar en tierra firme China.


SUS PADRES
Su padre fue Juan de Jasso Atondo, nacido en la Baja Navarra, doctor en leyes por la Universidad de Bolonia, miembro del Real consejo de Navarra del cual fue nombrado Presidente por el Rey Juan III de Albret, en 1484. También fue Maestro de finanzas del reino en 1472 bajo el reinado de Francisco I de Foix ¨Francisco Febo¨.
Su madre fue María de Azpilcueta Aznárez, nacida en el valle del Baztán, que pertenecía a una noble familia de orígen pireinaico de la que formaba parte Martín de Azpilicueta el llamado doctor navarrus. Su familia era la dueña del Castillo de Javier, donde nacería Francisco.

SUS HERMANOS
Era el benjamín de cinco hermanos: Sus hermanos eran Magdalena, Ana, Miguel y Juan.

Miguel de Jaso, el mayor y heredero de la familia. Quien vivirá en el Castillo y lo defenderá hasta la invasión Castellana.
Juan, que llevará el apellido materno, Azpilcueta, hombre de armas, será conocido como el capitán Azpilcueta y también será uno de los mayores defensores del reino invadido. Su residencia estaba en Obanos y Tafalla.
Ana de Jaso, quien se casará con Diego de Ezpeleta, Señor de Beire, y tendrá por nieto al famoso apóstol del Gran Mogol de la india, Jerónimo de Ezpeleta.
Magdalena de Jaso, la mayor de las hermanas, será Dama de honor de la Reina Isabel ¨La Católica¨, pero abandonará la corte para tomar los hábitos, retirándose al convento de Clarisas de Gandía, donde fue abadesa.

PRIMEROS AÑOS DE VIDA
Francisco nace el 7 de abril de 1506 en el Castillo de los Jaso, en Javier (Navarra), en el seno de una noble familia agramontesa.


Cuando tenía apenas 6 años, el Reyno de Navarra fue invadido por las tropas del rey de Castilla y Aragón, Fernando II ¨el católico¨, a cargo de Fadrique Álvarez de Toledo, el Duque de Alba y con el apoyo del bando beamontés navarro. Su familia fue una de las más destacadas defensoras del Reyno, tanto su padre como sus 2 hermanos mayores Miguel y Juan.
Su madre, euskalduna de nacimiento, le enseñaría a hablar la lengua euskera, la cual siempre tendría presente y reconocería como su lengua materna, incluso se dice que su última oración antes de expirar fue un rezo en euskera como aprendió de muy pequeño, como lo cuenta, entre otros, Iñigo Indart en su libro Francisco de Xabier, un jesuíta euskaldun del Viejo Reino (Xabierko Frantzisko. Erresuma Zaharreko jesuita euskalduna).


Castillo de Javier antes de la conquista de Navarra (1512)






Luego de la invasión castellana su familia tuvo que exiliarse en el Bearn (actual Francia), donde Francisco vivió hasta cerca de los 18 años, de donde sólo se marcharía ocasionalmente a estudiar en algunas localidades navarras, finalizando en Pamplona.

Jamás olvidó su tierra natal, ni su hogar en Javier, el cual tenía el sueño de reconstruir (fue destrozado parcialmente durante la invasión), pero tal vez por rechazo a la conquista de su reino, se autonombraba de nacionalidad cántabro o vizcaíno, jamás Navarro ni mucho menos Castellano. Sus famosos viajes los hizo bajo bandera Portuguesa.

Luego en 1524 decide marcharse a París a estudiar Humanidades y arte (filosofía) en la Sorbona.

JUVENTUD
Francisco, era un joven muy entusiasta y alegre, de buen porte y agraciada figura, que llega a París con apenas 19 años y se instala en el barrio latino, uno de los lugares más bulliciosos y festivos de todo París. A Francisco le gustaba beber, jugar a las cartas y cantar, y por la noche se escapaba de la escuela para divertirse por las calles y tabernas parisinas.
A los 22 años, conoce a un caballero guipuzcoano, cojitranco, 16 años mayor que él, ex capitán del ejército castellano en la invasión del Reyno de Navarra (luchó en contra de sus hermanos), con el que entablará una gran amistad, Iñigo de Loyola, quien a la postre sería conocido como Ignacio de Loyola, fundador de la Compañia de Jesús.
Iñigo y Francisco coincidieron en la misma habitación del Colegio Mayor de Santa Bárbara.
Mientras Francisco era muy sociable, divertido y con ansias de gloria, Iñigo era un hombre reservado, muy devoto y cuyo máximo anhelo era glorificar la palabra del señor y servir a la iglesia.
Iñigo le reiteraba incesantemente la misma pregunta al joven Francisco ¨¿De qué le sirve al hombre ganr todo el mundo, si pierde su alma?¨
Se recibe de Maestro en artes en 1530, luego iniciaría un doctorado en Teología.

El encuentro con Iñigo de Loyola cambiaría su vida y modificaría su fe. A partir de aquí su vida estaría ligada a la predicación de la palabra de Dios y sería junto al mismo Iñigo de Loyola, uno de los 7 fundadores de la Compañia de Jesús, el 15 de Agosto de 1534. Los otros 5 miembros fundadores fueron el saboyano Pierre Favre, el palenciano Nicolás de Bobadilla, el soriano Diego Laynez (sucesor de Ignacio de Loyola y II general de la Compañia), el toledano Alfonso Salmerón y el portugués Simâo Rodrigues de Azevedo.
 El 15 de agosto de 1534, fiesta de la Asunción de la Virgen, los siete se dirigieron a la capilla de los Mártires, en la colina de Montmartre, donde pronunciaron tres votos: pobreza, castidad y peregrinar a Jerusalén. Así nació la Compañía de Jesús como un grupo de amigos con un ideal religioso común.


 Sello de la Compañia de Jesús o Societas Jesu/Iesu. El trigrama "IHS", comprendido por las tres primeras letras griegas de "IHΣOYΣ" (Jesús), posteriormente fue interpretado como "Iesus Hominum Salvator", Jesús, Salvador de la Humanidad.









La aprobación papal se produciría recién el 27 de septiembre de 1540 cuando el papa Pablo III firmara la bula Regimini militantis ecclesiae. Francisco fue uno los más insistentes gestores para el reconocimiento papal y para obtener la bendición para el peregrinaje a Tierra Santa, el cual no pudo realizar al estallar la guerra entre Venecia y Turquia.

Francisco jamás pudo visitar Tierra Santa.


COMIENZO DE PREDICA

Durante su estancia en Venecia, en 1540, mientras esperaban el barco para ir a Tierra Santa, se dedica junto a sus compañeros a predicar por los alrededores. Ante la tardanza del viaje, vuelven a Roma y se ofrecen al Papa para ser enviados a cualquier otro lado. De allí parte hacia Lisboa a fines de 1540, donde dará comienzo la etapa más importante de su vida: la de misionero. El viaje a Portugal se debió a la solicitud del embajador portugués en Roma, Pedro de Mascarenhas, que pidió en nombre de Juan III de Portugal a Ignacio de Loyola algunos hombres suyos para enviarlos a las Indias Orientales. Para ese viaje Francisco fue nombrado por el Papa legado suyo en las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges.


SUS VIAJES MISIONEROS

San Francisco Javier fue el primer misionero de los 5 continentes.
Dejará señales de su celo apostólico en Europa (Francia, Italia y Portugal); en América (islas de Fernado de Noroña y Abrollos, cercanas éstas últimas a Río Janeiro); en áfrica (Mozambique, Melinde y Socotora); en Asia (India, Malaca, Japón, China); en Oceanía (islas Molucas al norte de Australia).
El Papa Benedicto XV en la célebre encíclica Maximum illud, que inaugura una nueva época en la historia misionera de la Iglesia, afirma de Javier que "es digno de ser comparado a los mismos Apóstoles" (dignus est Apostolis ipsis comparetur).

Comenzó su viaje misinero el 7 de abril de 1541, día que cumplía 35 años, sale la expedición y llega el 22 de septiembre a Mozambique, previo paso por las costas del Brasil. Allí se queda hasta febrero del año siguiente.



ULTIMOS AÑOS Y MUERTE

El 24 de enero de 1552 llega a Cochín (Kochi, India) y el 18 de febrero a Goa (India). Después de solucionar algunos problemas de las misiones y preparar el viaje a China, parte rumbo a ese país el 14 de abril. Le acompañan en la aventura el padre Gago, el hermano Álvaro de Ferreira, Antonio de Santa Fe (que era de origen chino) y un criado indio llamado Cristóbal, y se embarcaron en la Santa Cruz capitaneada por Pereida.
Cuando llegan a Malaca (Malasia) tienen problemas con el Capitán de Mares, Alvaro de Ataide, que retrasa el viaje por dos meses e impide que Pereida siga al mando de la nao. Llegaron a la isla de Sanchón (Sancián, China)  a finales de agosto de 1552. Esta isla, distante a 10 Km de la costas chinas, árida y deshabitada en ese momento, era el lugar de encuentro entre los mercaderes chinos y portugueses.
Permanecen a la espera de la llegada de un barco chino que debe de introducirles, clandestinamente, en el continente, pero durante la estancia Francisco enferma gravemente.
El sábado 3 de diciembre de 1552 en la isla de Sanchón (China) muere Francisco de Javier de fiebres, en una choza de paja, cuando contaba 46 años de edad.

Su predica misionera se extendió por 11 años en los que recorrió más de 90.000Km (más de 2 veces la vuelta al mundo)

Su cuerpo es conducido a Goa (India), donde llega en la primavera de 1554, siendo enterrado en esa ciudad.



REFERENCIAS A SAN FRANCISCO JAVIER

Indira Gandhi dijo en 1976 una curiosidad sobre su país: «Cuando alguien enferma en la India, sea un cristiano, un hindú o un musulmán, invoca a San Francisco Javier».

Juan Pablo II, en su paso por España,  en 1982, visitó fuera de protocolo de viaje el castillo de Javier y dijo sobre el santo patrono navarro: “Javier es prototipo de misioneros en la línea de la misión universal de la Iglesia. Su motivación es el amor evangélico a Dios y al hombre, con atención primordial a lo que en él tiene valor prioritario: su alma, donde se juega el destino eterno del hombre: “¿Y qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo y perder su alma?”.


SU LEGADO EN EL MUNDO

San Francisco Javier en la balaconada de la Plaza del Vaticano







 Sanchón (Sancián), China lugar donde dejó de existir el santo navarro, la iglesia que se aprecia en la izquierda de la foto, fue construida en el lugar de su muerte.
 Roma, aquí Francisco fue designado el primer secretario de la Compañia de Jesús. Una estatua de mármol está dedicada a su memoria en la Iglesia de San Lorenzo in Dómaso.





Iglesia de San Francisco Javier en París. Desde el frontón de la iglesia, el santo saluda a los caminantes del bulevard de los inválidos.



 Mozanbique, al fuerte que se ve de fondo, en ese entonces perteneciente al reino de Portugal, llegó el santo en agosto de 1541, exhausto y muy enfermo después de 4 meses de travesía marítima. Allí le curó el doctor Saravia, y luego de recuperado partó hacia la India.


 Vitral en Malaca, Malasia. Esta región fue visitada en varias ocasiones por el misionero navarro. La iglesia que poseé ese vitraux, lleva su nombre.

 Macao: los portugueses fundaron la ciudad de Macao en un terreno arrendado a las autoridades chinas.En 1604, ya fallecido Javier, la Compañía de Jesús levantó la iglesia de La Asunción. El templo fue devorado por un incendio en 1835 y hoy los turistas sólo pueden admirar la fachada.Una de las hornacinas conserva la imagen de Javier.
 Lisboa, Portugal: San Francisco Javier partió de Lisboa hacia las Indias el 7 de abril de 1541. La ciudad portuguesa conserva muy viva la memoria de su estancia
 Kenia: Malindi es actualmente una ciudad turística de Kenia, pero en el siglo XVI era un reputado puerto natural donde la expediciones portuguesas recalaban con frecuencia. El Coulam, la nave en la que viajaba Javier, se detuvo allí unos días en marzo de 1542. Una imagen regalada por Xabier Añoveros recuerda al santo en una vieja iglesia.
 India: La India fue el país donde Javier invirtió la mayor parte de su tiempo y de sus esfuerzos en Oriente. Su recuerdo pervive en muchos lugares. La imagen de la fotografía la pasean todos los años en procesión los habitantes de Quilon, en el estado de Kerala. Pertenece a una parroquia que lleva el nombre del jesuita navarro.
 India: En el templo Unteshwari Mata Mandir, en el estado indio de Gujerat, Javier está representado al estilo oriental. La estatua fue una iniciativa del jesuita estellés Manuel Díaz Gárriz.








 Javier desembarcó en Kagoshima el 15 de agosto de 1949. Le acompañaban el japonés Angiro, los jesuitas Cosme de Torres y Juan Fernández, y tres seminaristas.En el puerto de Kagoshima, un monumento recuerda hoy la llegada de todos ellos al país del sol naciente. Javier está representado además en la columna de la derecha.



 Goa, India fue la gran capital portuguesa de ultamar y el epicentro de la actividad misionera de San Francisco Javier. Allí descansan hoy en día sus restos, en la basílica del Bom Jesus. El templo acoge continuas peregrinaciones.







Castillo de Javier (Navarra), durante los dos primeros fines de semana de marzo, coincidiendo con la Novena de la Gracia, miles de peregrinos de toda la Comunidad inundan las carreteras que conducen al Castillo de Javier, para venerar al Santo. En unos predomina el espíritu deportivo y en otros el religioso, pero lo que nunca falta es el buen ánimo, necesario para recorrer los más de 50 kilómetros que en el caso de Pamplona le separan de Javier. El origen de estas marchas se remonta al siglo XIX.








ICONOGRAFIA











                                       



                                                                                                                         




















VIDEO
Para el que no le gusta leer mucho, acá tiene un video con una breve biografía del santo

Biografía San Francisco Javier

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