miércoles, 24 de agosto de 2011

Rey de la Faba / Fabaren Erregea

Es una antigua y peculiar tradición Navarra.


La fiesta del Rey de la Faba, es una cita con la historia; es una mirada atrás, hacia nuestro pasado como reino. Es también, especialmente en los últimos años, un reencuentro con la historia local, a la que en muchas ocasiones no damos la importancia que merece.

La tradición cuenta que esta celebración fue impuesta por el monarca Navarro de orígen francés Teobaldo I , primer monarca de la dinastia Champaña.
Hasta ese momento los monarcas navarros habían sido hombres rudos, peleones, guerreros; y con los afrancesados Teobaldos llegaron al Reino de Navarra las posturas elegantes, los comportamientos refinados, las buenas maneras, las ceremonias, y castillos señoriales como el de Olite.
Entre las costumbres que nos trajeron hubo una especialmente curiosa; era una costumbre buena, impregnada de humanidad. Era la del Rey de la Faba, instituida en el siglo XIII por Teobaldo I, primer rey de la dinastía de Champaña. No hay que olvidar que este monarca, a diferencia de su antecesor Sancho VII ¨el Fuerte¨ y de cuantos le precedieron en el trono, tenía más dotes de poeta que de guerrero, de hecho se lo conocía como ¨El trovador¨.

Teobaldo accede al trono de Navarra en 1234, luego de que su tío Sancho VII falleciera sin descendencia. El difunto rey había designado como sucesor al monarca de Aragón Jaime I, hijo de su compañero en armas en la batalla de las Navas de Tolosa, Pedro II, algo a lo que se opuso el pueblo navarro. Sancho luego de la victoria en las Navas de Tolosa, se retiró a un convento en Tudela, y el reino quedó bajo la regencia de su hermana, Blanca de Navarra, madre de Teobaldo I. Al fallecer en 1230 sin descendencia, Berenguela de Navarra, hermana mayor de Sancho VII y Blanca y esposa del Rey de Inglaterra, Ricardo ¨Corazón de León¨, las cortes navarras presionaron al geronte rey a nombrar sucesor a su sobrino, Teobaldo, quien sólo un mes después de la muerte de Sancho VII, último monarca de la dinastía Ximena(905-1234), llegó a Pamplona y fue ungido Rey de Navarra, bajo el nombre de Teobaldo I. Comenzaba con él la dinastía Champaña.  

FESTIVIDAD

Un día al año, que solía ser siempre el 5 de enero, víspera de la Epifanía, los reyes de Navarra invitaban a una gran fiesta a los niños más pobres de la localidad en la que en ese momento estuviese la sede real. Ese día los niños comían a base de bien, como nunca lo habían hecho, ni tan siquiera soñado. Al finalizar la comida el cocinero real ponía sobre la mesa una gran tarta, a partir en tantos trozos como niños hubiese; era una tarta que en su interior ocultaba un haba. Hecha la partición cada niño cogía un trozo sabiendo que, como mínimo, iba a llenar bien su estómago. Finalmente un niño acababa siendo el afortunado, en concreto aquél que mostraba el haba. Aquél niño era, a partir de ese momento, merecedor de todo tipo de honores y de caridades, siendo ataviado al día siguiente, 6 de enero, con los atributos de la realeza.Los documentos y legajos que se conservan en los archivos navarros nos aportan información de alguna de estas celebraciones; es el caso de las celebradas en 1381 (Estella), 1413 (Sangüesa), 1423 (Tudela), 1424 (Tafalla), y 1439 (Pamplona); si bien, en la mayoría de las ocasiones vemos a la ciudad de Olite como sede habitual de esta ceremonia, que en alguna ocasión, como es el caso de 1381, llegamos a ver en la documentación con el nombre de “el petit Rey”.














1920. LA NUEVA HISTORIA DEL REY DE LA FABA

La historia moderna del Rey de la Faba comienza en 1920. Aquel año, la fiesta tuvo lugar en el Círculo Carlista de la plaza del Castillo de Pamplona y fue nombrado rey el hijo de un socio necesitado. Posteriormente, se hizo cargo del evento la sociedad pamplonesa Muthiko Alaiak que contó con el patrocinio, hasta su desaparición, de la Real Cofradía del Gallico de San Cernin.
En aquellas primeras ediciones del siglo XX, se elegía a un niño de la Casa de la Misericordia que hubiera tenido buena conducta y que realmente lo necesitara. Al niño elegido se le dotaba con una beca para estudios.

             FIESTA ITINERANTE
Con la intención de dar mayor realce a la fiesta, en 1964 la sociedad Muthiko Alaiak decidió llevar la fiesta por distintos pueblos de Navarra, tal y como se hacía 600 años atrás.

Desde entonces, el Rey de la Faba se ha convertido en una tradición itinerante muy apreciada en la Comunidad Foral. Aunque en su origen la celebración tenía lugar el día de La Epifanía, con los años se fue retrasando una o dos semanas y actualmente es la organización la que fija la fecha según convenga.
El proceso de selección de los niños que pueden ser designados reyes tiene lugar unas semanas antes de la ceremonia en los distintos colegios del municipio donde tendrá lugar el acto.
Una vez que la faba decide quién será rey, se inicia un periodo de ensayos. El día de la coronación comienza con un desfile callejero en el que el rey se dirige a la iglesia acompañado por su comitiva, compañeros de la escuela que representan los papeles de pajes, nobles, curas y vecinos del pueblo. No faltan el Príncipe de Viana y doña Blanca de Navarra, así como un cortejo de juglares, músicos y bailarines al más puro estilo medieval. El ceremonial, vistoso y emotivo, culmina con el alzamiento del rey sobre un escudo al grito de "Real, Real, Real".
En 2011 la ceremonia tuvo lugar en Artajona y en 2012 se realizará en la villa baztanesa de Amaiur(Maya) en conmemoración de los 500 años de la conquista de Navarra a manos de la corona de Castilla y Aragón.



PERSONAJES


Rey de la Faba

Rey Carlos III, el noble.

Reina Blanca I de Navarra (Hija de Carlos III, reina de Navarra 1425-1441)

Príncipe de Viana. Título creado por el rey Carlos III en 1423, para designar al heredero al trono de Navarra. El primer poseedor del título fue Carlos IV, hijo de Blanca I y nieto de Carlos III. Hoy en día el heredero al trono de España poseé el título de Príncipe de Viana.

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